La confianza es el principal motor de muchas cosas. A veces es necesario arriesgar un poquito y confiar en los demás. Pero confiar en las personas es muy difícil, aunque no para todos lo es. Sin embargo, cuando has terminado lastimado en millones de ocasiones por las confusas situaciones, siempre es preferible encerrarte en tu caparazón y aislarte. ¿No es verdad?
¿Será bueno en realidad aislarse? Hasta qué punto se puede permitir anidar resentimiento hacia problemas que suceden o equivocaciones que son comunes y a las que debemos acostumbrarnos, porque hay que recordar que somos humanos y fallamos como de costumbre aunque no queramos hacerlo, lo hacemos: nos equivocamos.
"Los amigos son como joyas preciosas". Hoy mientras conversaba con una de mis mejores amigas, recibía consejos maravillosos que me gustaría compartir con ustedes.
Los problemas nos hacen fuertes, pero depende de nosotros cómo aprovecharlos. Podemos dejar que ellos nos hagan menos, que nos dividan, que nos lastimen, hasta que nos maten.
Hoy yo sentía en el fondo una inmensa cólera, porque no es la primera ni la última vez que las personas en quienes confío terminan por meterme en más de un lío que a veces ni siquiera busco. Lo peor de todo es que en estos líos estaba envuelta mi salud emocional y eso era lo que empeoraba todo.
Esta vez no quería saber nada de alguno de mis amigos, estaba echa una furia -como muchos de nosotros hubiésemos reaccionado-, pero ella me dijo algo que me quedó grabado en la memoria: "Deja que Dios guíe tus pensamientos, para que con ellos puedas orientar tu sabiduría, puedas tomar decisiones y sobre todo puedas perdonar".
"Errar es de humanos, yo me equivoco, tú te equivocas y eso no significa que aquí se acabó la amistad". Todo eso es muy cierto, el enemigo busca dividir a los mejores amigos y pone pruebas que el hombre solo no puede superar, pero recuerda con Dios todo es posible.
Si pones a Dios a guiar las amistades, las relaciones y dejas en Él los problemas más grandes o pequeños, Él hará y todo se solucionará con mucho cuidado. Tú puedes hacer grandes cosas, pero con Dios tomando tu diestra, sin Él es imposible seguir adelante, así como es imposible volver a confiar en los demás.
Reflexiona:
Piensa en alguna situación en la que una amistad se haya visto relacionada con una serie de problemas que te lastimaron.
Ahora recuerda cómo reaccionaste, ahora piensa en cuantas amistades has perdido por un problema que pudo solucionarse con un perdón.
Es indispensable perdonar, es difícil, lo sé, pero nadie dijo que las cosas en esta vida fueran fáciles. Dios te pide que te esfuerces y sólo teniendo su amor en tu corazón podrás perdonar.
Practica:
Pon en práctica el perdón con tus mejores amigos y luego piensa en cuán bien te sentiste.
De ahora en adelante empieza por cultivar más tu relación con Dios y verás que a medida que Dios trabaja en ti, será más sencillo perdonar y pedir perdón.
Versículos valiosos:
- En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia. (Proverbios 17:17)
- Porque Jehová será tu confianza, y él preservará tu pie de quedar preso. (Proverbios 3:26)
- Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará. (Salmos 37:5)
- Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en el confían. (Nahúm 1:7)
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